El mundo ha sido poblado por distintos hombres y mujeres y todos ellos con distintas culturas. Desde la más remota antigüedad el hombre se ha perforado o se ha dejado perforar distintas partes de su cuerpo (labios, orejas, nariz…) por distintos motivos y circunstancias.
En nuestros días, en el mundo occidental no lo hacemos por los motivos de nuestros ancestros sino simplemente por una cuestión de estética y moda.